divendres, 12 d’agost del 2011

Europa: El origen perdido



Europa nació tras la Segunda Guerra Mundial, con la necesidad de reconstruir un continente lleno de resentimientos y desconfianzas. Reconstrucción a base de acero y carbón, estructura y energía que pusieron en 1951 el punto de inicio a lo que hoy conocemos como la Unión Europea. Nunca en ningún sitio se ha desarrollado un sistema jurídico y político igual entre diferentes paises. Nunca se han puesto en común tantos intereses. Nunca de la solidaridad entre paises y de sus acuerdos habían nacido tantos proyectos. Una forma de hacer política común: un espacio para la libertad, la seguridad y la justicia. Una moneda única para contrarrestar el poder del dólar americano. Pero algo se truncó en el camino, un punto de inflexión a mi parecer, la no ratificación de la Constitución Europea.

A partir de entonces lo que eran acuerdos, se tornan en negociaciones para la felicidad de unos y la tristeza de otros, sin pensar en el bien común. A partir de entonces, hay quienes mandan más y hay quienes pintan poco. A partir de entonces las respuestas a los especuladores de la banca se tratan de uno en uno, y no en conjunto hasta que puedan afectar a un poderoso. A partir de entonces la solidaridad entre pueblos decae. A partir de entonces, la Unión Europea es mero observador de cualquier problema que afecta al mundo. A partir de entonces, las respuestas sobre cualquier tema se demoran porque no hay un Gobierno Central Europeo fuerte, con autoridad, con voz.

Curiosamente el declive de la Unión Europea coincide con una serie de gobiernos europeos del ala conservadora, especialmente de aquellos a los que se escucha, de los denominados "fuertes". Mera coincidencia deduzco que será para algunos... Aunque no lo es tanto para mí...

Por todo esto mi habitual eurofília, el proyecto que creía beneficiaba a millones de europeos, se está conviertiendo poco a poco en lo que nunca había sido y nunca había querido, en euroescepticismo. Espero que cambie. Espero volver a ilusionarme con Europa. No lo olvido, le debemos mucho al Viejo Continente, especialmente nuestro país que ha recibido miles y miles de millones de euros... Esperemos que el enfermo, se cure... Aunque a día de hoy y a mi parecer, Europa parece que está en estado terminal.